Respuesta inmunitaria tardía explicaría mayor mortalidad por COVID-19 en hombres y ancianos

Una reciente investigación sugiere que las diferentes respuestas inmunes al virus debido a la edad y el sexo pueden depender de la carga viral y del curso temporal de la infección.
Desde el inicio de la pandemia los científicos notaron que las infecciones causadas por el coronavirus SARS-CoV-2 tienden a ser más graves en las personas mayores y en los hombres. Aunque aún se desconocen los mecanismos subyacentes al aumento de mortalidad en estos grupos etarios, una reciente investigación sugiere que las diferentes respuestas inmunes al virus debido a la edad y el sexo pueden depender de la carga viral y del curso temporal de la infección.
A esa conclusión llegaron los investigadores Nicole Lieberman y Alexander Greninger, de la Universidad de Washington (EE. UU.), quienes publicaron su trabajo en la revista PLOS Biology.
Para entender mejor los mecanismos que impulsan las diversas respuestas de los individuos infectados, los investigadores extrajeron y secuenciaron el ARN viral de hisopos recolectados de 430 casos positivos de COVID-19 –enfermedad causada por el SARS-CoV-2– y 54 controles negativos. Posteriormente, analizaron las respuestas inmunes y anti virales de los anfitriones según el estado de la infección, la carga viral, la edad y el sexo.
Los científicos encontraron que las respuestas inmunes celulares generalmente no se activaban hasta unos tres días después de que comenzara la infección, y que la fortaleza de esa reacción fluctuaba en función de la carga viral.
Comparados con los pacientes jóvenes, los más ancianos tendían a tener una “expresión reducida” de agentes claves en el sistema inmune, lo que podría haber dado pie a “deficiencias” en la actividad de células T y “células asesinas naturales” (NK), decisivas para montar una buena defensa contra los patógenos.
Así mismo, en comparación con las mujeres, los hombres parecían mostrar reducciones en la actividad de células NK y B, otro tipo de agentes inmunes, indicaron los expertos.
Aunque estos hallazgos tienen implicaciones importantes para el desarrollo de tratamientos contra el virus, los investigadores admiten que es necesario realizar más estudios, debido a que las muestras actuales se tomaron de la nasofaringe, que no es una ubicación anatómica sensible para examinar con precisión los marcadores de inflamación sistemática.
Deja una respuesta