Greiss, la futura ingeniera que propone medir calidad del aire en Huancavelica haciendo uso de organismos naturales
Lima, 5 de diciembre de 2022. Durante una clase en su universidad, Greiss Quinto Mendoza se enteró de que existen organismos naturales con los que podíamos medir la calidad de aire que respiramos. Desde ese momento supo que debía aplicar esta investigación en su región, Huancavelica. “En mi ciudad no suelen realizarse monitoreos de calidad de aire porque son muy costosos, pero la propuesta que tengo es muy económica y será de mucho beneficio”, explica la estudiante del décimo ciclo de Ingeniería Ambiental y Sanitaria de la Universidad Nacional de Huancavelica.
Los organismos con los que ahora viene trabajando Greiss se llaman líquenes, una fusión entre los hongos y las algas, que actúan como bioindicadores naturales de condiciones atmosféricas y de contaminación. Estos crecen en ramas y arbustos y pueden ser encontrados en diversas superficies y lugares. “Los líquenes captan tanto los nutrientes, como los contaminantes de la atmósfera y son muy sensibles a los cambios en su entorno. Al recolectarlos, ver cuántos hay, de qué tipos, entre otros datos, se determina el Índice de Pureza Atmosférica que existe en el ambiente. Es decir, de esa manera sabré si el aire de mi ciudad está contaminado o no”, detalla.
La ganadora de Beca Hijos de Docentes 2020 del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación explica que, de acuerdo a sus investigaciones, será la primera vez que en la ciudad de Huancavelica se usen los líquenes para medir la calidad del aire. Los primeros resultados de este proyecto, que lo trabaja junto a una compañera de clases, lo presentará en las próximas semanas, para sustentar su tesis de pregrado.
El próximo paso en esta investigación consiste en enviar las muestras de los líquenes a laboratorios, donde se evalúen la concentración de mercurio, plomo y arsénico que puede existir a causa de la absorción de contaminantes en el aire de la ciudad de Huancavelica. “De acuerdo a los especialistas, cuando las personas están expuestas a metales pesados experimentan dolor de cabeza, irritabilidad e, incluso, problemas psiquiátricos”, indica la becaria.
Greiss tiene aún muchas metas por cumplir, todas orientadas al cuidado del medioambiente y sin necesidad de hacer uso de un gran presupuesto. “Me encantaría solucionar el tema de la contaminación del suelo, a través de la fitorremediación. Consiste en usar plantas de la zona para que absorban los metales pesados que existen en el suelo”, dice el talento, quien también planea estudiar una maestría relacionada a la gestión ambiental y sostenibilidad.
La Universidad Nacional de Huancavelica le ha brindado a Greiss los conocimientos necesarios para iniciar su investigación. Esta casa superior de estudios fue licenciada por la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) en el 2019 y cuenta con 19 carreras profesionales, entre las que se encuentran Ingeniería Civil, Ingeniería de Minas, Agronomía, Ingeniería Agroindustrial, Ingeniería Electrónica, Ingeniería de Sistemas y Administración. Su página web es www.unh.edu.pe
Su vocación
La vocación por el cuidado del medioambiente resaltó en Greiss durante sus años escolares. Solía participar en las ferias de ciencia de su colegio, a tal punto que en una oportunidad su proyecto de reutilizar el agua fue ganador y viajó a Lima representando a su región. Su padre Raúl Quinto, profesor de Biología y Química, también fue clave para que, poco a poco, la joven descubriera que no se equivocó en estudiar la carrera Ingeniería Ambiental y Sanitaria.
“Siempre me esforcé en mi colegio y cuando lo culminé yo quería estudiar otra carrera y seguirla en Lima, pero no pude lograrlo ante los pocos recursos económicos de mi familia. Me sentí muy triste porque tuve que replantear mis planes. Sin embargo, yo creo que todo sucede por algo, porque ahora sé que esta es mi vocación que me permite ayudar a muchas personas”, explica Greiss.
Ser una estudiante destacada académicamente en el colegio tampoco fue en vano, porque, pese a estudiar en una universidad nacional, los gastos económicos eran más de lo que su familia le podía ofrecer: sus dos padres son docentes en el único colegio rural del centro poblado Silva, ubicado en el distrito de Acoria, provincia de Huancavelica. Así que cuando se enteró sobre el concurso Beca Hijos de Docentes del Pronabec y vio que uno de los requisitos era haber tenido un buen rendimiento académico durante sus dos últimos años de secundaria, supo que todo había valido la pena.
“Fue en plena pandemia que logré ser beneficiaria de la beca. Llegó a mi vida en el momento oportuno y significó un gran apoyo. Me permitió estudiar sin mayor apremio y ahora estoy a punto de concluir mi carrera profesional”, dice Greiis, quien asegura que su principal motivo para seguir adelante es su pequeño hermano Mateo. “Todos los esfuerzos y sacrificios, tarde o temprano, llegan a ser recompensados. Solo tienen que aplicarse en los estudios y lograrán todo lo que se propongan”, agrega.
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