Estudiantes de San Marcos rechazan inicio de clases virtuales por no contar con implementos necesarios
Luego que las autoridades de la Universidad Nacional de San Marcos anunciaran el inicio de sus clases virtuales para el 11 de mayo próximo, alumnos de la Decana de América han demostrado su inconformidad con la decisión tomada. El motivo: el alto porcentaje de alumnos sin equipos y servicios de internet en sus hogares.
Mediante un pronunciamiento público, los alumnos mostraron su inconformidad por la decisión tomada por sus autoridades a quienes increpan no haber “tomado en consideración la situación de un número importante de sus alumnos, debido a que muchos de ellos carecen en sus hogares de internet, así como de una computadora o laptop, que resultaría esencial para el ciclo académico”, expresaron.
El Decreto Legislativo Nº 1465 publicado el 19 de abril último debido a la emergencia sanitaria producida por el coronavirus, dispuso medidas para garantizar la continuidad del servicio educativo no presencial en las Instituciones Educativas Públicas de educación básica y superior en todas sus modalidades.
La norma autoriza a las universidades públicas a efectuar la contratación de servicios de internet; así como la adquisición de dispositivos informáticos y/o electrónicos, con la finalidad de que sean usados para implementar el servicio de educación no presencial o remoto para estudiantes en situación de pobreza y vulnerabilidad económica y de sus docentes.
“Las autoridades universitarias han comunicado a los estudiantes el inicio de las clases virtuales el próximo lunes 11 de mayo, sin tener en cuenta el alto porcentaje de alumnos que en sus domicilios no cuentan con el servicio de internet ni los equipos necesarios para acceder a las clases virtuales”, señala el comunicado.
Los alumnos afectados señalan desconocer si las autoridades universitarias han iniciado un proceso de compras de dispositivos para los estudiantes que lo necesitan, así como la contratación del servicio de internet para los mismos. Tampoco si cuentan con un presupuesto asignado específicamente para estos fines.
Hasta la fecha, la universidad no ha realizado un empadronamiento de alumnos calificados como en situación de pobreza y vulnerabilidad económica.
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