¿Cómo identificar depresión y ansiedad en niños y jóvenes durante la pandemia?

El estado de ánimo general de las personas ha cambiado considerablemente desde marzo de 2020, y a pesar de que en la actualidad las tasas de contagio, el nivel de hospitalización y las muertes están disminuyendo en muchos países, debido a la aprobación y aplicación de las vacunas, jamás habrá un “remedio mágico” que pueda borrar los efectos del aislamiento social como el dolor, las pérdidas y la ansiedad generada. Y es que, durante la pandemia, se ha apreciado un incremento de la prevalencia de los trastornos mentales en dos o tres veces en comparación a periodos sin pandemia, especialmente, siendo los niños y adolescentes uno de los grupos más afectados.
Los jóvenes y los adolescentes están viviendo algunas de las peores formas de angustia psicológica. De acuerdo al informe “La Salud Mental de Niñas, Niños y Adolescentes en el Contexto de la COVID-19”, elaborado por el Ministerio de Salud (Minsa), en coordinación con UNICEF, los estados depresivos aumentaron en un 35% en 2020, especialmente en jóvenes, y este 2021 han seguido incrementando debido a la difícil situación que viven, a consecuencia de la Covid-19. Al menos tres de cada 10 niñas, niños y adolescentes de 6 – 17 años se consideró en riesgo de presentar un problema de salud mental (33,2%).
Causas
“En Perú las niñas, niños y adolescentes han sido el grupo poblacional con más restricciones a las actividades presenciales. Asimismo, continúan teniendo más dificultades para acceder a los distintos servicios de salud, protección y educación, aumentando así los casos de estrés, ansiedad y depresión”, comenta José Wakabayashi, director de la ONGD Asociación Equilibrio, la cual vela por el bienestar emocional y salud mental de las personas.
Para el representante de Equilibrio, parte del problema podría ser que muchos extrañan los aspectos “psicológicamente nutritivos” de ir a sus centros de estudio como pasar tiempo con sus compañeros y maestros. “Existe una percepción del estrés de los padres o tutores, quienes también trasladaron el trabajo a casa, agravando el estado emocional de los niños, las niñas y adolescentes”, puntualiza.
En ese sentido, Wakabayashi comenta algunos síntomas de la depresión y ansiedad en este grupo etario:
- Episodios de tristeza intermitente y llanto.
- Pesimismo, irritabilidad elevada, sentimientos de ira u hostilidad.
- Disminución de interés en actividades y/o dificultad para divertirse en actividades de ocio.
- Aburrimiento persistente, falta de energía y/o cansancio extremo.
- Autoestima baja, sensación de culpa o responsabilidad por cosas malas que puedan pasar.
- Quejas frecuentes sobre problemas físicos en los que no se encuentra causa médica.
- Ausencias frecuentes a clases, o disminución del rendimiento.
- Problemas de concentración.
- Cambio importante en los hábitos alimentarios o del sueño.
- Pensamientos o expresiones sobre la muerte.
Deja una respuesta